Crónica Polar Gran Fondo La Mussara 2015



Este sábado tocaba subirse a la bicicleta y darle a los pedales en la Gran Fondo La Mussara, a lo largo de sus 189 km. Esta ha sido la segunda edición de esta prueba cicloturista, y mi segunda participación, por lo que el recorrido ya me lo conocía.

Con algunos cambios en la organización, que no agradaron a parte de los participantes, como la recogida de dorsal y la situación de la meta.




Dicho esto, empiezo con mi crónica que será más corta que las 7 horas y 22 minutos que tardé en completar todo el recorrido. Así que escribiré lo principal, y lo que para mí fue lo más destacable.

La salida para los participantes de la Gran Fondo se daba a las 7:30h, en la Fira de Reus, repartidos los ciclistas en cajones, reservando el primero de ellos para los pros. Unos 6 minutos tardé en cruzar la linea de salida, de la cantidad de gente que había.

Puestos ya en la carretera, había que darle a los pedales en salida neutralizada unos 4 o 5 kilómetros. Tras los cuales nos daban rienda suelta, para que los más valientes mirasen de hacer un buen tiempo en la subida cronometrada a la Mussara. Puede que algunos de esos valientes después pagaran el esfuerzo, ya que empezar así de fuerte pasa factura. En mi caso me lo tomé con calma, el grupo era grande y en algunos tramos la carretera estrecha, por lo que convenía evitar caídas. Finalmente hice la cronoescalada a la Mussara en 39’50».




Parando a rellenar los bidones en el primer avituallamiento, empezaba un descenso por carretera estrecha, donde se debía controlar la frenada. No dejándose llevar por la emoción del paisaje y del resto de ciclistas. Siempre controlando dentro de nuestras posibilidades, ya que hay gente que domina mucho las bajadas, y el miedo que podamos tener puede jugarnos una mala pasada. Por lo que opté por bajar tranquilo, rápido pero no jugándomela en las curvas, ya que la velocidad junto al viento que estaba haciendo, te podía sacar rápido de la carretera.

Después vendría un contínuo sube baja, con algunos repechos duros. Bebiendo en todo momento y aprovechando los avituallamientos para reponer líquidos, evitando la deshidratación. Ingiriendo algo de sales, con el fin de prevenir calambres.
Ha habido momentos de pedalear en grupo numeroso, en grupo de pocos corredores y en solitario. En las bajadas era donde solía perder contacto con los grupos, ya que arriesgaban más que yo, pero después en los tramos llanos o en subida volvía a tomar contacto. Agradeciendo el no pedalear solo, ya que se puede seguir mejor un ritmo, y siempre se puede charlar un poco.
Los avituallamientos eran el punto de encuentro para muchos ciclistas que iban en grupo, donde intercambiaban impresiones de como estaba siendo el recorrido. Y algunos se encontraban con amigos o familiares, que habían ido a animar a los suyos.

El día estaba siendo increible, lo malo el viento que no daba descanso, se podía disfrutar del recorrido y de una zona preciosa para el ciclismo. Con tramos llanos para pedalear a tope, bajadas para buscar la trazada, como subidas donde agarrarse al manillar y apretar los dientes.

El tramo que más duro se me hizio, y creo que no fui el único es la subida de Coll Roig. Donde el porcentaje de la pendiente, después de 140 km en las piernas, se convierte en un infierno. A ese punto llegué con algunas molestias en el isquio de la pierna derecha, lo que el darle más tensión a la pierna en esa pendiente, me hacía pensar el que tal vez debería poner pie a tierra. Pero no fue el caso, conseguí subir en tramos sentado y en tramos de pie en la bicicleta. Se sufre pero se hace.

Ya únicamente quedaba la subida a Coll D’Alforja, y después meta. Las horas van avanzando y la calor aprieta de lo lindo, por lo que parar en los avituallamientos a refrescarse es casi obligatorio. Aprovechando para echarme algo de agua por la cabeza. Hubiese sido de agradecer que en los avituallamientos se hubiese mirado de tener bebidas algo frías, ya que el beber coca cola o agua caliente no es muy agradable.

Ya de bajada a Reus, en busca del arco de meta, pedaleando a tope finalmente cruzo en 7h22’18». Luego queda llegar a la Fira de Reus, donde está el avituallamiento final y donde está mi familia esperando.

Pues hasta aquí mi crónica de mi segunda participación en la Polar Gran Fondo La Mussara, de la que he visto cosas positivas y algunas que en mi opinión se pueden mejorar para futuras ediciones.

Empezaré por las positivas:

  • Maillot y obsequios. Tanto el maillot como los calcetines me han encantado, muy chulos. Bien la suplementación por parte de Powerbar, pero hubiese estado bien que también hubiesen productos en los avituallamientos.
  • Parking de bicicletas. Acierto el situar un parking vigilado en el interior de la fira, para poder descansar después de la prueba.
  • Avituallamientos. La gente de los avituallamientos genial, muy atentos.
  • Recorrido. Un recorrido para darle a la bicicleta y pasarlo bien, con tramos de todo tipo y exigencia.

Cosas a mejorar son:

  • Ampliar la enttrega de dorsales y maillots. En esta edición únicamente se entregaba el material de la prueba el día 15 de mayo. Para la gente que está lejos hubiese sido bueno el incluir el día de la prueba. Abriendo la fira unas horas antes de la salida.
  • Los avituallamientos. La gente que se encontraba trabajando en ellos genial, atentos en todo momento para que no nos faltase de nada. El disponer de bebida fría o «no caliente», sobretodo en la parte final, hubiese sido de agradecer. Así como disponer de geles o barritas.
  • Avituallamiento final. Creo que esto ya se dijo en la edición pasada, pero el poner las mesas para comer el plato de pasta a pleno sol, no se agradece mucho. Así como que la bebida no esté nada fría. Unas neveras con agua y coca cola fría, se ve en muchas pruebas.
  • Tráfico. Había tramos con tráfico abierto, en los que se hacía peligrosa la prueba. Donde algunos ciclistas se pasaban al carril contrario, con el peligro de poder encontrarse algún coche de frente.
  • Situación de la meta. Entiendo el cambio de la meta, con respecto a la
    edición anterior, pero la llegada ha quedado deslucida. Quedando en
    cruzar un arco sin emoción, debiendo esperar a la fira para saludar a
    los tuyos. Creo que la meta debería de estar nuevamente en la fira,
    lugar donde se da la salida. Buscando un recorrido seguro para los
    ciclistas y que permita acabar donde empezamos.
  • Finishers. La entrega de algún obsequio a los que acabásemos la prueba también estaría bien.

Después de esto, decir que me lo he pasado muy bien y que he disfrutado mucho del recorrido 🙂

 

por @milem_tw
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